Se conoce para muchos el termino «torrija«, como lo que generalmente uno lleva encima después de una larga noche de fiesta o bien para los mas golosos como nosotros, un jugoso dulce típico de Semana Santa. De hecho, aunque está riquísima, solo se toma en estas fechas. La cuestión es: ¿qué tiene que ver la Semana Santa, lúgubre y festiva a un tiempo, con estos modestos panecillos fritos? Si están tan ricas, ¿por qué no los comemos todo el año?
La Semana Santa era una de las pocas cosas que se celebraban en la posguerra, por imposición del régimen. Como no había dinero para exquisiteces, se recurrió a esta receta. ¿Qué puede haber más económico que pan duro del día anterior remojaíto en leche?
Durante siglos, las torrijas fueron alimento de pobres: una manera barata de recargar energía empleando dos alimentos básicos como el pan y la leche (o el vino). Su sobriedad las convirtió en combustible perfecto para algunos días de Cuaresma, durante los cuales la Iglesia católica prohíbe a sus fieles el consumo de carne.
A diferencia de otros postres de temporada, la torrija se puede hacer fácilmente en casa pero os animamos a que probéis las Torrijas caseras elaboradas por nosotros.
Si quieres disfrutar de unas deliciosas Torrijas, corre, ven a por ellas y disfruta de este dulce típico de Semana Santa.
Solo estarán disponibles unos días!!
0 comentarios